Draymond Green impulsó programas de debate en todas partes este fin de semana.
El cuatro veces All-Star de los Golden State Warriors tuiteó el domingo que estaba viendo ‘The Last Dance’ Bulls enfrentarse a Utah Jazz en la final. Y Green continuó declarando con confianza que su escuadrón Warriors de 2017 habría derribado a MJ and Company.
Échale un vistazo:
Green tiene razón en una cosa… es una tontería comparar épocas.
No me voy a sentar aquí y decirles que los Warriors de 2017 se mantendrían cero Oportunidad contra los Bulls. El hecho es que este escuadrón de Golden State fue uno de los mejores equipos que jamás haya adornado la cancha. Por el contrario, todos sabemos que los Bulls del 98 no estaban ni cerca del mejor equipo en esa racha dinástica. Tampoco creo que debamos olvidar que, sí, la marca del baloncesto fue enteramente diferente.
Si Green está asumiendo que sacamos la máquina del tiempo y transportamos a los Warriors de 2017 a fines de la década de 1990, estoy seguro de que su espaciado y tiro eléctrico de 3 puntos haría que los Bulls se volvieran locos. Dicho esto, si el equipo de Phil Jackson tuviera tiempo de adaptarse y comprender el nuevo estilo de juego… mi dinero seguiría estando en The GOAT.
No solo creo que la grandeza de Jordan trasciende las eras, sino que los Bulls también tenían un equipo defensivo ridículamente dotado. No odio las posibilidades de Jordan y Pippen de dificultar a Curry y Thompson, y no podemos olvidar que los Bulls tenían su propia versión de Green en Rodman (incluso si ya había pasado su mejor momento en este momento).
Pero, de nuevo, ¡comparar eras es una tontería, amigos! Por mucho que me encantaría verlo, a menos que Jordan se lo tome como algo personal y se ponga los cordones, nunca tendremos la oportunidad de ver a estos equipos enfrentarse. Y esa es probablemente la razón por la que Kevin Durant adoptó un enfoque más diplomático al hablar de los posibles resultados.
El dos veces Jugador Más Valioso de las Finales de los Warriors no quiso decir quién creía que saldría victorioso, pero se sentía confiado en una cosa:
Eso me hizo reír.